Transporte sostenible, ejemplos y principales tendencias de la descarbonización del transporte

Con el foco en la reducción de las emisiones, el transporte sostenible se convierte en la principal baza para la electrificación de la movilidad

Como dicta la tercera Ley de Newton, toda acción genera una reacción de igual intensidad, pero en sentido opuesto. Un teorema con infinidad de aplicaciones en la vida real y que tiene total validez para la huella de carbono que los seres humanos provocamos con nuestro estilo de vida. Ya sea de camino al trabajo, o para desplazarnos por ocio, cada vez que utilizamos un medio de transporte convencional afectamos negativamente a nuestro entorno mediante la emisión de partículas contaminantes a la atmósfera; contribuyendo estas a aumentar el efecto del cambio climático. Ante esta situación, y con el ánimo de detener este daño irreparable para nuestro planeta, la sociedad se encuentra inmersa en una transición energética hacia la descarbonización; un momentum en el que el transporte sostenible aparece como una alternativa a destacar.

Así, hablar de transporte sostenible es hacerlo sobre un tipo de movilidad que tiene en cuenta tanto los impactos ambientales causados por la emisión de gases, como los económicos y sociales en el sentido de equidad y derecho al uso de un transporte eficiente, limpio y accesible. Así, el concepto de sostenibilidad en el transporte está muy ligado a no comprometer a generaciones mediante una visión cortoplacista, sino apostar por aquellas tecnologías y metodologías que minimicen nuestro impacto en todos los niveles. Tecnologías que se encuentran totalmente unidas al aumento de la contribución de las energías renovables a nuestro mix energético y su introducción, mediante la apuesta por la tecnología eléctrica, en nuestros actuales modelos de transporte.

Este concepto se basa en la proliferación de diferentes capacidades que en las últimas décadas han demostrado que un mundo basado en la energía limpia es posible. Un fenómeno que encuentra sus pilares en el auge de las renovables, cuya competitividad está causando una importante bajada de los precios energéticos en aquellos países con una mayor apuesta por esta tecnología; en la aparición del almacenamiento energético en todas sus variantes, permitiendo el uso posterior de la energía limpia no utilizada; o en la consolidación del vehículo eléctrico, cuya cuota de mercado no hace, sino que crecer apoyada por una infraestructura de recarga creciente. 

Ejemplos de transporte sostenible

Llegado a este punto, quizá lo más interesante sea ver algunos de los mejores ejemplos y prácticas sobre el transporte sostenible. Vamos a por ellos:

• Uso del transporte público:
• Fomento del uso de vehículos no contaminantes:
  • BicicletaVehículo EléctricoVehículo Hidrógeno
  • Vehículo Biocombustible
• Electrificación e hidrogenación del transporte de mercancías y masas:
  • Tren
  • Avión
    • Hidrógeno
    • Eléctrico
  • Barco
    • Hidrógeno
    • Eléctrico

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