¿Quién lidera el almacenamiento de energía en el mundo?

En 2017 las instalaciones de almacenamiento de energía alcanzaron los 2,3 GWh en 2017 pero, ¿quién es el principal promotor de esta tecnología?

Si bien la generación de energía renovable se presenta como un compromiso a futuro para todos los países firmantes de los tratados de París, hay una tecnología relacionada con éstas que está dando sus primeros pasos para convertirse en aquella que ayudará a las renovables a convertirse en el pilar central de la generación eléctrica futura.

Esta no es otra que la tecnología de almacenamiento de energía. Que el pasado año logró alcanzar la todavía incipiente cifra de 2,3 GWh instalados en todo el mundo.

El almacenamiento de energía impulsa las renovables

Esta tecnología es la llave para eliminar la dependencia climatológica de las renovables. Y almacenar, así, los excesos de energía generados en momentos de baja demanda. Todo con el objetivo deatender aquellos picos de necesidad energética por parte de los consumidores.

En resumidas cuentas, el almacenamiento de energía puede catapultar las energías renovables a un nuevo escenario. En él, su dependencia meteorológica y la imposibilidad de controlar su generación durante valles de demanda sean finalmente cosa del pasado.

Es por esto que, pese a que su implantación aún es minoritaria. Y la tecnología parece estar aún por perfeccionarse. Algunos países están viendo en esta revolución tecnológica una oportunidad para paliar su déficit energético.

Los principales agentes del mercado

Ranking países almacenamiento de energía

Hoy vamos a analizar quienes son los principales agentes del mercado que están apostando por el almacenamiento de energía. ¡Acompáñanos!

Según publica la consultora especializada en energía y redes eléctricas GTM Research en su primer informe «Global Energy Storage«, los grandes líderes de esta incipiente industria de almacenamiento de energía son los Estados Unidos y Australia.

Ambos países han apostado por un modelo de grandes megaproyectos. Y comparten una serie de características geográficas y de población que hacen de esta tecnología una solución para llegar a aquellas poblaciones aisladas, especialmente en el caso de Australia, donde la energía eléctrica no está siempre garantizada.

Así, Australia comparte también el liderato junto con Alemania en el segmento de almacenamiento residencial, aún residual en los EEUU.

El líder es Estados Unidos

El informe pone en valor el esfuerzo acometido por Australia. Que ocupa el primer lugar en 2017 alcanzando los 246 megavatios instalados. Superando a Estados Unidos, principal investigador de este tipo de tecnologías.

Este logro se respalda en megaproyectos que el país oceánico ha acometido durante este año. Como el de la mayor batería de litio del mundo. Capaz de almacenar electricidad para 30.000 hogares gracias a sus 100 MW de capacidad.

Pese a lo espectacular de estas cifras, es Estados Unidos quien lidera el podio con 431 megavatios-hora desplegados en la red eléctrica el pasado año. En segundo lugar quedaría la propia Australia. Seguida por Alemania, China y Japón.

Además de estos países, Reino Unido, Canadá, Corea del Sur y la India cuentan con una industria de almacenamiento de energía considerable. Aunque lejos de los primeros puestos.

¿Y en el futuro? China se postula como el líder del mercado 

Si bien hoy por hoy son Estados Unidos y Australia los que llevan las riendas del mercado de almacenamiento de energía, China, como no podía ser de otra manera, será quién marque el ritmo de este sector en el futuro, tal y como afirma el informe del GTM Research. Así, el país asiático pasará de liderar varios proyectos pilotos a superar al resto de países en apenas cinco años.

Para el año 2020 se espera que China y Japón superen a Australia para alcanzar el segundo y tercer puesto del ranking, respectivamente. De esta manera, China, con amplio recorrido en el mercado de las baterías, pone las bases del sorpasso a Estados Unidos en la década de los 20 en el sector, algo previsible teniendo en cuenta el actual esfuerzo de la economía asiática para impulsar las tecnologías de energías renovables.