Evolución de la red de baja tensión: de la observabilidad a la operación remota

El paso de la red de baja hacia su digitalización y operación remota supone grandes ventajas para los operadores y los consumidores

La aplicación de las nuevas tecnologías para fomentar la evolución de la red de baja está suponiendo todo un cambio de paradigma en el servicio a los clientes. Mediante estas nuevas capacidades tecnológicas, la red de baja tensión está evolucionando para lograr solventar, e incluso prevenir, problemas de manera remota. Pero, ¿cómo se está logrando este salto de la observabilidad a la operación en remoto? Vamos a por ello.

Primero es fundamental entender cuáles son las principales problemáticas a las que, tanto usuarios como operadores de red, nos enfrentamos cuando algo falla dentro de la enorme maraña que es la red eléctrica. Las conexiones descontroladas, falta de coordinación de fusibles entre el centro de transformación y el consumidor o la degradación de esos mismo fusibles debido al paso del tiempo son algunos de los principales causantes de caídas del servicio temporales en redes que no cuentan con sistemas de observabilidad u operación remota.

Además, cuando esto ocurre, un equipo técnico de la compañía eléctrica debe presentarse para resolver una problemática, sustituyendo los posibles fusibles afectados. Una situación evitable si se apuesta por la digitalización de la red de baja tensión.

Por este motivo, las compañías están apostando por la incorporación de tecnología que permita recopilar datos y actuar en base a ellos. Así, la principal apuesta de las compañías se sitúa en la incorporación del centro de transformación digital y sus elementos para la evolución de la red de baja tensión, tales como los cuadros de baja tensión automatizados.

Estos permiten, en su conjunto, interconectar todos los datos con los centros de control de las operadoras, desde donde se obtiene una visión global de la línea y se actúa, a distancia, en cada uno de los problemas que puedan ir surgiendo. Algo para lo que es necesario que toda la aparamenta eléctrica instalada cuente con sistemas de comunicación que envíen los datos al centro de control. Pero no solamente eso, sino que estos deben permitir la interacción a distancia, realizando maniobras en los centros sin el desplazamiento de terceras personas; solamente mediante un clic. Así de crucial resulta la digitalización de la red de baja.

¿Cuáles son los principales beneficios del paso de la observabilidad a la operación remota en la red de baja tensión?

• Conocimiento instantáneo: Conocer de forma instantánea la pérdida de suministro de los clientes afectados. La información entregada por los CTs, conectados al resto de elementos de la red de baja, permite mapear la red y detectar aquellos puntos donde ocurren situaciones problemáticas.
• Reanudación más rápida del servicio: Los elementos de control, basados en los datos obtenidos, facilitan reconectar automáticamente y reponer el servicio de forma controlada rápida y eficaz
• Menores costes: Los operadores de red disminuyen y eficientan los costes operativos de la red, al ser capaces de prevenir problemas e intervenirlos sin necesidad de desplazamientos de equipos; disminuyendo las posibles afecciones de los clientes y el tiempo medio de intervención de las incidencias.
• Actuación por fase afectada: Una de las grandes ventajas supone la de poder discriminar las actuaciones en la red por línea, dado que no es necesario cortar el nodo principal al que pertenece la línea afectada gracias al detalle que proporcionan los datos. Así, se logra mantener el servicio del resto de clientes no afectados de la línea. Algo que hace no tanto tiempo era impensable.
• Personalización: La llegada de los relés electrónicos ha supuesto todo un «game-changer» al lograr personalizar la protección de la línea mediante su uso.

Todos estos beneficios son la base de nuevas funcionalidades tales como la protección de líneas de larga distancia o el acoplamiento, por automatismos, entre centros de transformación propios o de terceras líneas. Un paso de gigante en la digitalización de la red de baja tensión.

Ventajas que impactan directamente en una mejora de la seguridad, el servicio o la operación de la red de distribución eléctrica. Es decir, tanto en el operador de la red como en el cliente final. Así de importante es la evolución de la red de baja tensión.

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