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Electrificación de puertos, ¿qué es y cómo funciona?

El transporte marítimo afronta una ruta hacia las cero emisiones en la que la electrificación de puertos resulta un pilar fundamental

Electrificación de puertos

La importancia del transporte marítimo en nuestro día a día es quizá subestimada por la inmensa mayoría de nosotros. Sin embargo, el ser humano ha sabido utilizar en su favor las grandes autopistas de los mares y ríos desde que el mundo es mundo, y esto ha resultado crucial para el avance de nuestras sociedades. Resulta difícil imaginar nuestro mundo sin las rutas marítimas que permitieron el transporte de materias primas esenciales, junto con personas, de un lado a otro del globo. Ya fuesen los griegos, egipcios, cartagineses, chinos, romanos, portugueses, españoles, ingleses, franceses o un largo etcétera, todos y cada uno de los grandes imperios tuvieron su columna vertebral en el uso de buques para el comercio; lo que supuso el acicate de la actual globalización. Una relevancia para nuestra sociedad –explicada en la alta eficiencia de este tipo de transporte- que a día de hoy no ha hecho, sino que aumentar; y es que el 90% de las mercancías que se distribuyen a nivel mundial lo hacen a través de los mares y océanos. Y te preguntarás, ¿dónde entra la electrificación de puertos en esta ecuación? Vamos a por ello.

Las enormes cifras asociadas al transporte marítimo – pensemos que mientras lees este artículo 20.000.000 de contenedores están siendo transportados por 5.000 barcos mercantes que circulan por nuestros mares- lo suponen también en criterios de impacto medioambiental, tal y como informa Tranport & Environment, que cifra en 1.000 millones de toneladas de C02 (el 3% del global de emisiones a nivel mundial) las emitidas por un sector que incrementará su impacto en un 50% para mediados de siglo si no se implementan medidas alternativas. Entre estas medidas, que incluyen la sustitución de los combustibles tradicionales por alternativas generadas con energía renovable tales como el hidrógeno verde, se encuentra la tan relevante electrificación de los puertos. Y es que estos son los encargados de recepcionar las mercancías y personas que los buques mueven de uno a otro lado.

¿Por qué es necesaria la electrificación de puertos?

Contrario a cómo podemos pensar, la actividad de un barco no cesa cuando este llega a puerto, sino que aumenta de manera frenética para poder cumplir con su cometido y volver a surcar los mares en búsqueda de otra bocana donde volver a atracar; y así sucesivamente. Cuando un buque atraca, este ha de mantener su sistema de energía para garantizar su funcionamiento mientras el personal abordo descarga las valiosas mercancías o ayuda a los pasajeros a volver a tierra. Esta energía se genera a través de unos sistemas auxiliares que permiten que estas pequeñas ciudades flotantes estén operativas para su tripulación. Sin embargo, esto supone un coste muy relevante en materia de emisiones de gases nocivos como el óxido de azufre, el óxido de nitrógeno, dióxido de carbono o partículas; algo que supone un riesgo para las poblaciones limítrofes con las instalaciones portuarias, además de aumentar la ya de por sí considerable huella atmosférica fruto de su actividad. La propia Tranport & Environment cifra el impacto generado solamente por los cruceros vacacionales en el equivalente a las emisiones de 1.000 millones de coches.

Capítulo aparte merecen las molestias causadas por el incesante ruido y vibraciones de los propios generadores eléctricos por combustión que permanecen en funcionamiento para garantizar el suministro eléctrico de los buques. Algo que sufren las poblaciones cercanas a los puertos, donde las

Pues bien, existe una tecnología (con largo recorrido en usos como el recreativo a pequeña escala o el militar) que garantiza el funcionamiento de un sector fundamental para nosotros y que destierra, de una vez por todas, los problemas acarreados durante el atraque de los buques: la electrificación de puertos.

Esta tecnología se fundamenta en ofrecer una conexión eléctrica segura y estable a los buques mientras estos se encuentran atracados en puertos. Es lo que se conoce como On-Shore Power Supply (OPS por sus siglas en inglés), lo que permite alimentar de electricidad a estos barcos desde el propio puerto sin necesidad de que los mismos mantengan sus motores de combustión interna arrancados para producirla; eliminando la práctica totalidad del ruido, vibraciones y emisiones perjudiciales para los focos de población más cercanos a las instalaciones portuarias. Esta tecnología OPS engloba la alimentación eléctrica a buques desde tierra tanto en baja tensión (400 V / 480 V) como en alta tensión (6,6 kV / 11 kV).

Así las cosas, para el año 2030 los puertos verdes deberán ser una realidad en la totalidad de los países europeos, tal y como marca la normativa medioambiental de la Unión Europea y sus compromisos para el freno de las emisiones. No en balde, la propia UE cifra en un 50% el aumento del volumen de mercancías que los puertos europeos gestionarán en 2030 con respecto al registrado en 2001, cuando se alcanzaron los 3.700 millones de toneladas; un aumento que, de no contar con un cambio de funcionamiento, incrementará aún más la huella de carbono de este tipo de actividad.

¿Cómo es el funcionamiento de una solución OPS?

Esquema de funcionamiento de electrificación de puertos
¿Cómo funciona la tecnología OPS o electrificación de puertos?

Para que la interconexión eléctrica de buques funcione a la perfección, es necesaria una infraestructura que garantice el suministro energético de estos en todo momento. Y es que, dependiendo del tipo de barco, la infraestructura eléctrica existente de un puerto no será capaz de abastecer sus necesidades; como ocurre con un gran crucero cuyo consumo diario puede llegar a alcanzar unos nada desdeñables 10 o 12 MW, frente a los 2-4 MW que requeriría un ferry. Para ello, los puertos deben contar con su propia subestación eléctrica, que será el punto de entrada de la energía extra necesaria para garantizar el servicio.

Desde la subestación, adecuada a las necesidades de consumo del propio puerto, la energía eléctrica se distribuirá a través de una red propia que se dirige a cada uno de los puntos de conexión en los muelles. Para ello, la energía pasa a través de la aparamenta de media tensión, que incluye tanto celdas de media tensión –en la configuración necesaria a los propios requerimientos de la infraestructura portuaria- como transformadores para la reducción de la tensión de la red para su consumo. Además, esta es tratada por un convertidor de frecuencia, para adecuarla a las necesidades del buque del cliente, y adaptada de nuevo gracias a un transformador de media tensión, así como conducida al propio buque gracias a la labor de un nuevo conjunto de celdas de distribución; que protegerán en todo momento los sistemas eléctricos mientras el buque recibe la energía necesaria para su funcionamiento. Es, ya en el propio muelle, donde se realiza la conexión a través de unos sistemas tipo plug-in.

Con la tecnología y la experiencia de compañías referentes en la red eléctrica, como Ormazabal, la electrificación de puertos se convertirá en uno de los pilares fundamentales del cambio de modelo del transporte marítimo; logrando reducir las emisiones atmosféricas y dando pasos en firme hacia la descarbonización de nuestra economía. ¿Te ayudamos a lograrlo?

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