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¿Qué son y cómo funcionan las hidrogeneras?

El éxito de la movilidad sostenible se sostiene en las soluciones de recarga de energía. Hoy nos vamos a centrar en qué son y cómo funcionan las hidrogeneras

Nuestro diccionario evoluciona a la velocidad que nosotros le imponemos como sociedad. Esto es algo que se hace especialmente patente en los últimos tiempos, donde la tecnología, rápida y audaz por definición, no hace sino generar términos nuevos que adaptamos en nuestro día a día sin tener tiempo apenas para la reflexión. Este es el caso de las hidrogeneras, cuyo lexema -tranquilo, esto no es una clase de gramática- nos facilita deducir que se trata de algo relacionado con el hidrógeno. Hoy, para tratar de aportar un momento de reflexión y, sobre todo, de información, nos gustaría detenernos en explicar qué son y cómo es su funcionamiento para facilitarnos una alternativa de transporte sostenible. Así que nada, vamos a por ello.

Una hidrogenera es al vehículo de hidrógeno lo que una electrolinera es al sector del vehículo eléctrico; es decir, se trata de nuevos tipos estaciones de servicio –gasolineras en lenguaje común- que están surgiendo para facilitar la recarga de las nuevas tecnologías de movilidad que parece tomarán el testigo de los vehículos a combustión convencionales. Así, este vocablo surge como alternativa descriptiva a las llamadas gasolineras y, por tanto, como punto en común a la hora de definir todas aquellas tecnologías de recarga energética para los vehículos que funcionan gracias a la combustión del hidrógeno verde. Un proceso de combustión cuyo único residuo generado es, recordemos, el agua.

Si te interesa saber cómo se obtiene el hidrógeno y cuáles son los diferentes tipos que existen, echa un vistazo a nuestro artículo ¿Qué es el hidrógeno verde?

¿Cómo funcionan las hidrogeneras?

Antes de nada, tenemos que tener en cuenta que hoy por hoy este tipo de tecnologías son más bien escasas. De hecho, muchas de las plantas que actualmente existen no solo son hidrogeneras como tal, o al menos no podríamos considerarlas así, sino que son plantas de producción de hidrógeno verde –por ejemplo, con una instalación fotovoltaica en el tejado de un pabellón industrial- que utilizan un electrolizador para, mediante un proceso complejo, generar el H2. Además, estas cuentan con la opción de surtir el combustible producido in situ a su flota de vehículos. Este recurso podríamos verlo en empresas logísticas que cuentan con grandes extensiones de pabellones y que han preparado sus vehículos para operar con este combustible 100% renovable. Dado que este subsector, pese a ser quizá el más extendido, es a su vez el más alejado de la revolución que el hidrógeno verde supondrá en el transporte privado doméstico, hoy vamos a centrarnos en las hidrogeneras como tal.

Estas estaciones de servicio limpio son bastante similares a las estaciones tradicionales que todos conocemos, pero con sus particularidades propias. Básicamente podemos decir que, además del propio combustible, las hidrogeneras se diferencian de las convencionales en que requieren de estanqueidad; ya que lo que estamos recargando en nuestra pila de hidrógeno no es un líquido como puede ser la gasolina o el diésel, sino un gas que además es extremadanamente volátil. Por ello, el combustible se suministra en alta presión de una manera rápida y segura con el mismo proceso al que estamos acostumbrados, pero con el pequeño detalle de que la pistola del surtidor quedará estanca a nuestro depósito.

Con todo, el tiempo de llenado dependerá, evidentemente, del tamaño del depósito de nuestro vehículo, que en el caso del hidrógeno se mide en kilos y no en litros. Si hablamos de un coche, el tiempo habitual no supera nunca los cinco minutos, en los que seremos capaces de repostar los 5 kilogramos de H2. En cambio, un vehículo como un autobús convencional puede contener entre 30 y 37 kilos de hidrógeno, requiriendo de hasta 12 minutos para recargar el depósito por completo.

¿De qué partes consta una estación de recarga de hidrógeno?

Podemos resumir las principales partes de nuestras protagonistas en las siguientes:

  • Sistema de almacenamiento o tanques: se trata del elemento destinado a almacenar el hidrógeno, ya sea en forma líquida o gaseosa. En estado gaseoso requiere de un almacenamiento en alta presión (de entre 200 y 700 bares). En caso de ser en forma líquida, este ha de ser transformado en gas antes de recargar nuestro vehículo. En ambos casos, el hidrógeno puede llegar a la hidrogenera a través de una tubería o ser producido in situ en la propia instalación.
  • Grupo compresor o compresor neumático: se trata del elemento que iguala las presiones entre tanques de almacenamiento y vehículo. Este elemento se considera imprescindible.
  • ¿Cómo funciona una hidrogenera?

    ¿Cómo funciona una hidrogenera?

  • Enfriador: aquí encontramos otra parte clave en el proceso. Y es que, el enfriador opera el combustible descendiendo su temperatura a 0 grados centígrados, debido a las particularidades expansivas de este material, antes de ser transferido a nuestro coche.
  • Dispensador: podemos hablar de un elemento prácticamente igual al que encontramos en una gasolinera con una particularidad: la manguera –boquerel en realidad- de repostaje realiza el proceso mediante una situación de estanqueidad. Además, nuestro display informativo nos dará datos sobre la presión y temperatura del proceso, gracias a los sistemas de intercomunicación vehículo-estación.

¿Cuántas hidrogeneras existen en España?

Si estás interesado en conocer cuál es el punto de recarga de hidrógeno verde más cercano a tu hogar, no te pierdas la siguiente web; que nos muestras todas las hidrogeneras que existen actualmente en España -como ya hemos avanzado, son bien poquitas- y aquellos proyectos que se encuentran en desarrollo.

Haz clic en la siguiente imagen para ir a la web y saber más:

Mapa de hidrogeneras de España