Arranca la primera planta fotovoltaica flotante de España

El embalse de Sierra Brava, en Cáceres, ha comenzado a generar electricidad gracias a la innovadora técnica de la fotovoltaica flotante

Aprovechar los embalses para generar electricidad, aún en momentos en los que sus turbinas están detenidas, ha sido una de las mayores innovaciones que la energía renovable ha provocado en los últimos años. La energía fotovoltaica flotante, que aprovecha las grandes superficies de agua para la instalación de placas solares para generar energía, ha marcado un hito con la primera instalación de la historia de este tipo de fuente de generación eléctrica en España. Ha sido en Extremadura -tierra de embalses-, concretamente en el embalse de Sierra Brava, en Cáceres, donde Acciona ha impulsado, en apenas unos meses, una instalación que ocupará 12.000m² de este pantano.

La planta, que ha contado con el apoyo tecnológico de otras empresas expertas en soluciones de energía eléctrica, como Ormazabal – que ha equipado la instalación con un transformador elevador digital equipado con sensórica para la carga de datos de operación – , ocupa tan solo un 0,07% de la superficie total del embalse, pero cuenta con una capacidad solar instalada de 1,125 MWp. Así, este embalse, construido en 1996 y alimentado por las aguas del arroyo Pizarroso, servirá como ”demostrador tecnológico orientado a analizar las soluciones más idóneas para optimizar la producción energética en este tipo de instalaciones”, según apunta la compañía en una nota de prensa publicada en su web.

Esta instalación pionera en España se suma al complejo de innovación de fotovoltaica terrestre que la compañía Acciona tiene en El Romero, Chile. Así, esta servirá como proyecto pionero de cara a la implantación, por parte de la compañía española, de futuras soluciones energéticas de este tipo alrededor del mundo.

La noticia de esta primera planta fotovoltaica flotante se convierte en la primera piedra de más proyectos que podrían desarrollarse. Y es que existen más de 1.200 embalses repartidos por toda la geografía hispana, situando al país a la cabeza de la Unión Europea y el quinto, en este tipo de infraestructuras hidráulicas, en todo el mundo, lo que supone un potencial reseñable para el futuro desarrollo de este tipo de instalaciones, que podrían ayudar a alcanzar los objetivos de neutralidad climática.